martes, 29 de noviembre de 2011

¿Qué hacen los miembros del equipo de radiología?

Médicos
El equipo de radiología está dirigido por uno o más radiólogos, que como ya habíamos expresado anteriormente son médicos especializados en el campo de la radiología. Los radiólogos son responsables de interpretar los resultados de los exámenes, realizar determinados procedimientos, como procedimientos de radiología intervencionista o procedimientos terapéuticos, conferir y consultar con otros médicos de otras especialidades y asegurar la calidad general del desempeño de todo el equipo de radiología.
Tecnólogos
Los radiotecnólogos son responsables de realizar muchos de los diversos tipos de exámenes radiológicos, incluyendo rayos X, tomografías computarizadas (su sigla en inglés es CT), resonancias magnéticas (su sigla en inglés es MRI), mamografías y ecografías.
Los tecnólogos reciben preparación formal en diversos tipos de programas educativos, que duran de uno a cuatro años. Además de la preparación en las diversas modalidades radiológicas, los estudiantes de tecnología radiológica también estudian anatomía y fisiología humana, química, y otras materias pertinentes.
Una vez que el estudiante de radiotecnología finaliza la preparación en un programa aprobado, puede realizar estudios o preparación adicionales para especializarse en una modalidad particular, como CT o MRI.
Los radiotecnólogos están certificados por el Registro Americano de Radiotecnólogos (American Registry of Radiologic Technologists).
Enfermeros
Los enfermeros asisten a menudo en los procedimientos radiológicos más complejos, como procedimientos quirúrgicos que requieren la sedación del paciente, o procedimientos que requieren la administración de medicamentos, contraste o sustancias radioactivas por vía intravenosa (su sigla en inglés es IV). Los enfermeros son responsables de evaluar y documentar el estado del paciente, consultar con el radiólogo las necesidades específicas para el cuidado del paciente y proporcionarles información educativa a los pacientes en relación con su procedimiento radiológico.

Profesionales de la radiología

Un radiólogo es un médico que, una vez terminada la carrera de medicina, completa su formación en esa especialidad a lo largo de cuatro o cinco años dedicados al estudio de la radiología diagnóstica o de la radioterapia.
Después de completar su formación como radiólogo puede subespecializarse en otros campos como son la neurorradiología, o la radiología pediátrica, genitourinaria, gastrointestinal, o del aparato locomotor. Estas subespecialidades tienen una duración aproximada de uno o dos años. Así puede dedicarse de manera exclusiva a ese campo de la radiología, o combinar la práctica de la radiología diagnóstica general con la subespecialidad. Los radiólogos pueden trabajar en hospitales públicos o en la práctica privada, o en ambas, o en la enseñanza, la investigación o la administración.
Los radiólogos trabajan en colaboración con físicos, biólogos, y técnicos de radiología. También los técnicos de radiología pueden completar su formación en un área específica, con la acreditación correspondiente. Los técnicos de radiología titulados tienen la cualificación necesaria para realizar determinadas técnicas radiológicas y colaborar en otros procedimientos más complejos, pero siempre bajo la supervisión de un radiólogo. En cualquier caso, un técnico de radiología no tiene la acreditación ni la formación adecuadas para interpretar las exploraciones radiológicas.

Radiología terapéutica (Oncología Radioterápica)

Consiste en la utilización de radiaciones ionizantes en el tratamiento de enfermedades malignas. Se puede emplear de manera aislada, o en combinación con fármacos o hipertermia. La radiología terapéutica ha sido posible gracias al descubrimiento de la radioactividad natural a finales del siglo XIX. En función de la energía del haz de radiación empleado, la radioterapia puede ser superficial (menos de 120 kilovoltios), de ortovoltaje (120 a 1.000 kV), o de megavoltaje (más de 1.000 kV). La radioterapia superficial se emplea en el tratamiento de las enfermedades malignas de la piel, los ojos y otras zonas de la superficie corporal. La radioterapia de ortovoltaje ha sido prácticamente sustituida por la de megavoltaje (cobalto, aceleradores lineales, betatrón y aceleradores de partículas). Con la radioterapia de megavoltaje se consigue una distribución más efectiva y eficiente de la dosis total de radiación que se pretende administrar a los tumores situados en profundidad, preservando al mismo tiempo la piel y los tejidos normales.
La radioterapia puede emplearse como tratamiento único en la mayor parte de los cánceres de la piel, donde es el tratamiento de elección; en algunas fases del cáncer de cérvix, útero, mama y próstata; y en algunas leucemias y linfomas, sobre todo la enfermedad de Hodgkin. En estas situaciones la radioterapia se emplea como tratamiento curativo. Cuando la radioterapia se complementa con la quimioterapia (fármacos anticancerosos) en la llamada terapia combinada, su efecto puede ser curativo o simplemente paliativo (para alivio de los síntomas). La radioterapia también se utiliza antes o después de la exéresis (extracción) quirúrgica de ciertos tumores para aumentar las posibilidades de curación al destruir células tumorales que pudieran haber quedado en los márgenes de la resección. La radioterapia se utiliza con frecuencia para evitar las recurrencias tumorales después de la intervención quirúrgica.

Radiología diagnóstica

Su especialidad de la radiología que estudia la estructura anatómica y la fisiología de los tejidos normales y de los tejidos alterados por distintas enfermedades a través de imágenes estáticas o dinámicas. La gran mayoría de las imágenes se obtienen exponiendo la región corporal que se quiere analizar a un haz de rayos X: éstos inciden luego sobre una película sensible (placa), y producen una imagen estática. La imagen obtenida se denomina radiografía o placa de rayos X y puede ser de varios tipos: una radiografía simple, como la habitual placa de tórax; una tomografía (del griego, tomes, `sección'), radiografía obtenida de manera que, a través del cálculo del momento de la exposición y el movimiento de la placa de rayos, se obtiene la representación de un plano predeterminado de la región corporal atravesada por el haz; o una tomografía axial computerizada (escáner, o TAC): un fino haz de rayos se proyecta desde todos los puntos de un área circular alrededor de la región a estudiar, y el análisis computerizado de la información obtenida permite obtener una imagen que representa un corte de esa región.
Otras imágenes médicas no emplean rayos X sino ultrasonidos, resonancia magnética nuclear (RMN), o el registro de la radiactividad emitida por isótopos que se administran al paciente y se acumulan en ciertos órganos o sistemas orgánicos específicos: estas técnicas se incluyen en el ámbito de la radiología nuclear o medicina nuclear; también pertenece a esta subespecialidad la técnica denominada tomografía de emisión de positrones (TEP), que utiliza las pautas de retraso de los positrones para estudiar diferentes reacciones metabólicas corporales. Cada técnica tiene sus particularidades, y por tanto en cada situación clínica habrá una técnica de imagen idónea para poner de manifiesto el proceso patológico que afecta a esa región corporal. El radiólogo puede así elegir, de acuerdo con el médico que atiende al paciente, la modalidad diagnóstica o técnica de imagen que mejor se adapte a la enfermedad en estudio.
Muchos órganos y sistemas orgánicos invisibles con las técnicas radiológicas convencionales pueden ponerse de manifiesto con el uso de unas sustancias opacas a la radiación denominadas medios de contraste, que se administran al paciente por vía oral, por inhalación o por inyección. Las exploraciones más habituales que utilizan medios de contraste son el tránsito gastrointestinal (tramo alto del tubo digestivo), el enema de bario (colon), la artrografía (se inyecta contraste en una articulación), la mielografía (se introduce contraste en el canal raquídeo) y la angiografía (se inyecta contraste en una arteria, una vena o un vaso linfático). Durante la mayoría de las exploraciones con medio de contraste, el radiólogo observa directamente por fluoroscopía el paso del contraste por el interior del organismo.
Las imágenes dinámicas recogen el movimiento de los órganos o sistemas orgánicos (como el tracto gastrointestinal), o el flujo de contraste en los vasos sanguíneos o en el canal raquídeo. Para obtener imágenes dinámicas se puede registrar la imagen en una pantalla móvil sensible a la radiación (fluoroscopía), o se pueden grabar las imágenes en una película (cinerradiografía) o cinta de vídeo. La cinta, o la película, permiten almacenar la información de manera permanente; con la fluoroscopía (similar a las imágenes de televisión), esta información se pierde, aunque durante la exploración fluoroscópica siempre existe la posibilidad de guardar imágenes radiográficas (placas) para utilizarlas más adelante.
La utilización de radiaciones ionizantes para la valoración de las enfermedades debe seguir un planteamiento similar a la utilización de los medicamentos para su tratamiento: las técnicas radiográficas de imagen sólo se deben realizar en las situaciones clínicas en que esté indicado realizarlas, y debe ser el médico, u otra persona cualificada, quien solicite la prueba. Aunque hay un riesgo potencial derivado de la pequeña dosis de radiación que recibe el paciente en una exploración radiográfica, no hay pruebas objetivas de que esta exposición, cuando la prueba ha sido correctamente indicada y ha sido realizada por personal cualificado, tenga efectos adversos sobre la salud.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Forense y otros campos


La "virtopsia" debe ser considerada no sólo como unos procedimientos post-mortem (complementando pero no sustituyendo a la autopsia tradicional), sino como un modo de examinar partes corporales de una manera interactiva, sea en el fallecido o en el sujeto vivo. Ello amplia su utilidad y hace apropiado el procedimiento siempre que se requiera un examen anatómico forense reproducible, preciso, interactivo y en tiempo real.
Técnicas:
Durante muchos años, la única forma de energía o radiación empleada por la radiología fueron los rayos X. A principio de los años sesenta, comenzaron a emplearse los equipos de ecografía o ultrasonografía, aparatos que empleaban los ultrasonidos para obtener imágenes del interior del cuerpo. Los huesos y el gas son barreras que impiden el paso eficaz de los ultrasonidos y limitan su empleo. Una aplicación de los rayos X que fue revolucionaria es la tomografía computarizada, o TAC, que permite realizar exploraciones tridimensionales de todos los órganos del cuerpo incorporando a un tubo de rayos X giratorio un potente ordenador que es capaz de reconstruir las imágenes.
Una de las técnicas más novedosas es la imagen de resonancia magnética nuclear, cuyos equipos contienen potentes dispositivos capaces de generar campos magnéticos de hasta más de dos teslas (20 000 gauss) en el campo del diagnóstico y de más de tres teslas en el campo de la investigación. Los campos así generados son capaces de alinear ordenadamente el momento magnético nuclear de los átomos con un número impar de nucleones del organismo que se estudia. Cuando el campo magnético baja bruscamente, los momentos de los átomos del organismo se desalinean, orientándose cada uno en una dirección distinta, al azar, al tiempo que emiten radiaciones electromagnéticas en una banda de radiofrecuencia. Estas radiaciones, recogidas y procesadas por ordenador, se emplean para reconstruir imágenes del interior del cuerpo en las cuales la intensidad mayor o menor de la señal corresponde a los átomos de hidrógeno de los tejidos y del agua corporal. Recientemente se está incorporando a las técnicas de la radiología la tomografía por emisión de positrones (PET o TEP). Se trata de una tecnología que utiliza isótopos radiactivos que se introducen en moléculas orgánicas o radiofármacos que son inyectados al paciente y posteriormente se analiza la emisión radiactiva de los diferentes tejidos según la captación del radiofármaco que presenten. Generalmente se utiliza glucosa marcada con flúor-18, por lo que existe mayor afinidad por parte de las lesiones tumorales o inflamatorias. Se pueden realizar estudios combinando TAC y PET, lo que permite mayor resolución espacial junto con imágenes funcionales.
El profesional médico encargado de supervisar el examen radiológico e interpretar la Imagen médica es el médico radiólogo o el médico nucleista -en el caso de la Medicina nuclear-. El profesional encargado de la obtención de imágenes médicas es el Técnico en imagen para el diagnóstico, o, en algunos países, el Tecnólogo Médico con mención en Imagenología y Física Médica.